jueves, 23 de abril de 2015

El IVA: cuando un impuesto se usa solo para recaudar



Estarán ustedes de acuerdo conmigo que el IVA es probablemente el impuesto más difícil de diseñar, entre otras razones por que es un impuesto indirecto que pagamos todos por igual con independencia de nuestra situación económica personal. Si a esto le añadimos que habitualmente nuestros políticos le han usado con fines recaudatorios, la perversidad de este impuesto puede llegar a un nivel incomprensible.

Si los impuestos además de recaudar tienen que cumplir el fin de redistribuir renta en favor de los que menos tienen, seguro que a muchos de ustedes les sorprende cómo se asigna a cada bien o servicio su tipo de IVA.

Podemos observar la actual tabla de tipos de IVA según bien o servicio prestado en el siguiente enlace:



El primer apunte que yo haría iría para los bienes de primera necesidad y para los bienes de lujo.

Evidentemente sería lógico que los primeros tuvieran el tipo mínimo(incluso me atrevería a decir que podrían incluso no tener tipo, pero claro estaríamos beneficiando a los ricos que se pueden comprar sobradamente los bienes de primera necesidad)y los de lujo tuvieran el tipo máximo. La verdad es que la realidad es chocante.

Veamos algunos ejemplos:actualmente tenemos tres tipos, el 4%,el 10% y el 21%.

Seguro que muchos de ustedes verían lógico que los bienes y servicios de primera necesidad llevaran el 4%.

¿Cuál creen ustedes que es de primera necesidad?

Según mi opinión serían: el agua, la leche, el pan, los huevos, la electricidad, las patatas, la legumbres,la fruta,el pollo y las medicinas. Seguro que se me escapa alguno que es de primera necesidad, pero no pretendo hacer una lista exhaustiva.

De todos estos bienes cuál se grava al 4%. El pan, los huevos, la leche, la fruta, las medicinas y las legumbres.

¿Qué ocurre con el agua, la electricidad y el pollo?El agua y el pollo al 10% y la electricidad al 21%.

Si alguno de ustedes es vegetariano tal vez pueda prescindir del pollo, pero difícilmente podrá evitar comprar agua y electricidad. Es más, difícilmente uno cambia el consumo de agua o electricidad porque aumenten el IVA de ellos. Esto es sabido por nuestros ministros de economía con lo cual lo usan como instrumentos recaudadores potentes incluso en tiempos de crisis.

¿Se imaginan que cada uno de nosotros pudiésemos poner unas placas y un molino en nuestro tejado con el que ser autónomos y poder prescindir de la empresa suministradora de electricidad?

Sería bueno para el medio ambiente, se aumentaría la competencia en el sector eléctrico y el poder de las eléctricas se habría reducido potenciándose más aún las energías renovables.

¿Sabría nuestro ministro de industria explicar convincentemente por qué tenemos que pagar unos impuestos por la autoproducción y autoconsumo de electricidad hasta un nivel que no interese la inversión en poner estas instalaciones en una vivienda?

Actualmente estamos en período de pre-campaña electoral y se harán propuestas de reformas impositivas que nos venderán una bajada de impuestos global.Observen si es realmente pretenden una bajada de impuestos o es un quito de aquí y subo de allí para incluso pretender recaudar más.

Seguro que podemos entender que nos bajen el IVA del 21% , pero difícilmente podemos entender que nos suban el IVA de los bienes y servicios de primera necesidad.

Un principio básico que nuestros políticos no saben aplicar es el siguiente:

“El aumento de la recaudación fiscal se tiene que basar más en un aumento de la actividad económica que en una subida de tipos impositivos”.

Por tanto, de una vez por todas exijamos a nuestros políticos medidas que contribuyan a una mayor actividad económica siendo pacientes a que se refleje después en una mayor recaudación fiscal.

Y por último pidamos a nuestros políticos que usen el concepto de eficiencia en vez de austeridad a la hora de administrar lo público.

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