miércoles, 8 de enero de 2014

ABANDONEMOS LA ESPERANZA


En sus fotografías, Spencer Tunick expresa muy bien la actitud sumisa y gregaria de los seres humanos

Si.
Tenemos que abandonar la esperanza.
Abandonar ese paquete en la primera esquina y seguir caminando.
En la palabra esperanza duerme el verbo esperar.
Y el que espera, desplaza hacia el exterior la acción.

La bondad de la esperanza nos ha sido inculcada por siglos de  religiones
Confundiendo esperanza con paciencia.

Abandonemos la esperanza y tengamos proyectos.
Dejemos de delegar en los demás y pasemos a la acción.
El que tiene proyectos no espera, crea, inventa.
Después tiene paciencia.

El que crea no espera nada.
Hace.
Persigue su idea
Construye su proyecto personal a partir de su integridad
No delega en otros las bondades que cree merecerse
Tiene las ideas claras
Y va a por ello.

¿Para qué la esperanza?
Para volvernos sumisos y consintientes.
Porque esta bella palabra justifica nuestra inacción, disfrazándola de sabiduría y paciencia.

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